Los siete tipos de personas que SIEMPRE conoces en los albergues

Por Carmen Recavarren
Publicado el 22 abril 2016

 

1. Expertos alberguistas

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Parece haber estado en el albergue desde siempre. ¿Nació allí? ¿Es el propietario del albergue y lo oculta? ¿De qué vive? Nadie lo sabe, y tiene algo así como un aura de sabiduría y experiencia que parece un poco rudo el preguntarle. Un poco mayor que la gente que hay en el albergue– pero no tanto que parezca raro – dice haber vivido en muchos lugares del mundo, y tiene el pelo revuelto y la piel curtida que lo desmuestran. No suele unirse a las salidas nocturnas más salvajes y se nota como se divierte con tus travesuras juveniles, pero siempre está despierto para mantener una larga y profunda conversación sobre viajar por el mundo y vivir una vida libre e interesante. El es un misterio, pero no podrás evitar mirarle.

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2. El cadete del espacio personal

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Cada viajero es diferente, y usualmente no es de  esperar que TODOS los que conoces en tu viaje sean muy sociables. Pero este personaje tan propio de todos los albergues parece haber sido mal informado sobre lo que significa compartir un dormitorio. Este tipo de huésped ignora todas las conversaciones, se sienta solo en el comedor, y preferiría salir corriendo desnudo por la ciudad en lugar de dejarte un poco de gel de baño. Lo mejor que te puede pasar con este tipo de huésped es que te salude por la mañana. Tú, sigue en tu línea, educado, invítale a salir de fiesta con el resto, aunque sepas que no va a ir y hagas lo que haga….NO TOQUES SUS COSAS.

 

3. La pareja ‘íntima’

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Ver el ‘cadete del espacio personal’. Excepto que son dos, por lo que es doblemente molesto.

 

4. La enciclopedia

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A menudo son estudiantes que están en una localidad al otro lado del océano o en un viaje educacional, estos residentes del albergue parecen saberlo TODO sobre la ciudad y la región. Hablan el idioma, y salpican tu conversación en inglés con términos locales. Entienden el contexto e historia de cada costumbre y cada edificio importante, y pueden explicar la portada del periódico del día. Ciertas ciudades están llenas de este tipo de residentes en los albergues, por ejemplo, Florencia con su gran población de graduados americanos en arte que creen saberlo todo.

 

5. El chismoso

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Aunque pienses que has dejado la secundaria atrás, cuidado… este mochilero tiene un talento innato para convertir tu escapada trotamundos en un caldero lleno de rivalidades y celos. En los dormitorios, siempre hay una fina línea entre espacio compartido e ir a tu bola; no es que este tipo de huésped no vea esa línea, es que simplemente disfruta vertiendo petróleo en ella, prendiéndole fuego y bailando en las cenizas. Si estas planeando hacer algo que prefieres que permanezca secreto, mejor resérvatelo para otro albergue.

6. El juglar errante

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Albergues - El juglar errante

 

Puede que sea un ukulele, una guitarra acústica o una armónica. De cualquier forma, siempre hay un día cuando deciden sacar su arma secreta y entretener a todos en el dormitorio. La primera vez te atrae como si fuera magnético, divertido por algunas veces más. Incluso podría ser que te animes a cantar un poco. Pero después de unas cuantas veces, a la primera nota de esa canción conocida te verás a ti mismo huyendo hacia el bar o hacia la cocina.

 

7. El soplo de aire fresco

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No todo es malo, por supuesto. Mientras te alojes en los albergues, también conocerás gente con la que simplemente encajaras. Os gustan las mismas canciones, comida, tenéis planes de viaje similares y compartís más o menos el mismo sentido del humor (de hecho probablemente tarde o temprano os juntéis para reíros de los personajes de los albergues 1 – 6).  Júntate con este tipo de personas. De aquí a 20 años cuando los chismosos y los musos amateur sean un tan solo un vago recuerdo, seguirás en contacto con este otro compañero de dormitorio. De esto es de lo que se trata viajar y alojarse en albergues – estar en un dormitorio podría ser una lotería social, pero cuando tienes suerte, consigues amigos para toda la vida.