Mantenerse amigos en el camino: Parte 2: ¿Cómo salvar una amistad de viaje cuando todo estalla?

Por Carmen Recavarren
Publicado el 29 marzo 2016

Tal y como discutimos en la parte I, ir de mochilero haciendo kilómetros puede ser una fuente de fricción– incluso cuando estás disfrutando tu experiencia como mochilero con ese amigo de toda la vida con el que nunca antes habías discutido. Ya sea que hayas discutido por un alojamiento con una calidad menor de la esperada, debido al agotamiento por calor, por no poneros de acuerdo con lo que queréis ver, o por algo tan trivial como las habilidades para leer un mapa, estamos seguros que estos consejos te van a ayudar a saber lo que hacer cuando todo va mal…

Viaja solo durante un tiempo

Viajar a solas tiene muchas ventajas, algunas muy obvias, otras no tanto: tienes el control, puedes hacer lo que quieres hacer cuando quieres hacerlo, y no tienes que preocuparte por otras personas cuando las cosas salen mal. Si así lo quieres levántate un poco antes para ver el amanecer, toma una siesta en la tarde o ve a la cama temprano, puedes hacerlo. Si quieres ir al mismo restaurante para comer la mima pizza o kebab, puedes hacerlo. Eres libre de ser todo lo perezoso o acelerado que quieras. Pero al mismo tiempo, esto te recordará lo que te estás perdiendo…

¿Estás empezando a extrañar el tener compañeros de viaje? Seguro que ellos también

Después de viajar solo, podrías darte cuenta que extrañas las interminables conversaciones que tenías sobre el arte Renacentista y la filosofía oriental cuando estabais “mochileando”por Italia. Puede que incluso hubieses preferido tener compañía cuando viste esa espectacular puesta de sol en las Islas Griegas, o añorado un poco de compañía durante esos extenuantes viajes en autobús a través de Argentina. Si has empezado a sentirte así, puede que tu compañero también te esté extrañando. ¿Por qué no enviarle un mensaje de texto o un email para invitarle a una cerveza?

Cuando ya estás viajando de nuevo con tus compañeros de viaje, aprende a ser comprensivo

Si a ti te encanta la idea de una caminata ambiciosa pero tus amigos no están por la labor, hay que buscar una solución con la que todos estén contentos. Por ejemplo, si estáis recorriendo el Camino Inca, podrías hacer la imponente ruta de 43 kilómetros, y tus amigos podrían simplemente tomar el tren en Cuzco. En cualquier caso, la parada final es Machu Picchu, lo que significa que al final llegaréis al mismo punto sin que nadie tenga que hacer algo a disgusto, y así poder empezar en buenos términos la marcha  a un nuevo destino.

El principal punto es asegurarse que todos pueden viajar a un paso que es el adecuado para ellos, ya sea que eso signifique avanzar 15 kilómetros en un día, o solamente usando transporte público. El aprender a comprender puede ser una fabulosa manera de superar conflictos pasados y evitar que surjan nuevos – es algo que no solo te servirá para viajar, más bien es algo puede ayudarte el resto de tu vida.

No tengas miedo de sugerir la programación de actividades individuales

Si quieres ir a una galería de arte, pero tu amigo prefiere visitar el mercado de alimentos, ¿por qué no separarse por unas cuantas horas y quedar para más tarde? Recuerda, son sus vacaciones tanto como las tuyas, así que no las desperdicies haciendo algo que no disfrutarás solo por complacerles. Además, si durante el día habéis estado en diferentes sitios y conocido otra gente, tendrás mucho más de lo que hablar al final del día.